sábado, 2 de julio de 2011

Nota y fotos de Teen Angels en Revista Caras


“Ahora seducimos con más osadía”

Cuando otros sólo imaginaban cómo serían eso “cinco minutos de fama”, la vida al estilo “rockstar” se les presentó como el trabajo que había que hacer a diario.
Grabaciones, ensayos, sesiones de fotos, viajes, giras y pruebas de vestuario convertidas en rutina. Todo un mundo de adrenalina que, en su caso fue fantasía hecha realidad. Sus rostros asoman en los “posters” que hoy adornan miles de dormitorios adolescentes y, sin embargo, luego del éxito de “Casi Ángeles” –la tira que los hizo trascender más allá de la pantalla chica– los TeenAngels dicen que esa vorágine de emociones llamada “popularidad” jamás los encegueció.
Ya sea porque no siempre les resultó fácil ni sorpresivo, o porque tuvieron que trabajar bastante para lograrlo.

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Y así parece o se adivina al escucharlos describir su experiencia, en pleno contacto con una naturaleza que en Angra dos Reis propicia la charla más intimista, lejos de cualquier parafernalia “pop”.


“Eso es lo que tenemos para dar. Somos auténticos y fieles a nuestra esencia. No buscamos ser un grupo de personajes porque, a la larga, eso falla. Inventar estereotipos te genera tristeza. Entonces, la felicidad pasa por aceptarnos con nuestros defectos y virtudes. Si nos mirás arriba del escenario no somos cinco estrellas, ni somos todos iguales. Cada uno tiene sus cosas copadas y juntos somos otra cosa”, dice Gastón Dalmau (27), el mayor de los TeenAngels, mientras camina descalzo sobre la playa de la Isla de CARAS.



”Queremos mantener la naturalidad. Cada uno de nosotros sabe que siempre estará el otro para bancarlo”, explica Rocío Igarzabal (21) o simplemente “Rochi”, como llaman sus compañeros a quien fuera la última en ingresar al grupo.
“No se trata de ser demagogos. Nosotros damos un mensaje, y el que quiera tomarlo que lo haga”, agrega Peter Lanzani (20), mientras es Nico Riera (25) el más enérgico a la hora de aclarar los tantos. “No queremos ser el ejemplo de nada. Somos así y así vivimos la vida. Si te sirve nuestra experiencia, aprovechala”, sentencia el más inquieto de los “Teen” y actual participante de “Bailando por un sueño”. Todos, junto a Lali Espósito (19), coinciden en que la tira creada por Cris Morena debía tener el mejor final a fin de seguir con la banda, lo que más entusiasmaba a todos. Es por eso que TeenAngels acaba de sacar su nuevo disco, días después de haber presentado el video del single “Que llegue tu voz”. Además, el grupo anunció sus shows a partir del viernes 8 de julio en el teatro Gran Rex.



- Ahora que ya no hacen TV, ¿en cuánto cambiaron sus rutinas?
LALI ESPOSITO: - ¡En mucho! Ahora hay tiempo para todos (risas). No soy una gran pintora pero me gusta regalar los cuadros que hago. Sé que los amigos no me van a criticar. Pero está bueno estar un poco más relajados.
PETER LANZANI: - Tenemos más horas para estar con la familia, los amigos y para estudiar, en mi caso, canto y piano.
GASTON DALMAU: - Sí, fueron cuatro años de no parar. Yo quiero viajar a Nueva York y vivir un tiempo ahí.

- ¿Cómo resumirían la experiencia de haber compartido tantos años, se hicieron amigos?
P.L.: - Todos somos muy sencillos, y el estar en el día a día hace que después sigas juntándote. Nos hicimos muy amigos. Salimos a comer, vamos a bailar. Nos volvimos un grupo muy unido, y eso se da porque somos simples y porque aprendimos a complementarnos.

- Reciben mucho afecto de su público y, de hecho, sus clubs de fans en Brasil de inmediato supieron que ustedes visitarían la Isla de Caras, sin embargo, ¿a quienes eligen ustedes a la hora de amar, de vivir la vida en pareja?
L.E.: - Nos pasó creciendo y descubriéndonos como personas. Y en ese proceso, elegir a la persona amada muchas veces se volvió difícil. Nos tocó vivir cosas muy intensas con este trabajo. Por los tiempos que manejábamos se hizo muy complicado amar y brindar cariño a otra persona. Tu pareja puede estar pendiente de vos, pero el tema es que puedas devolverle lo mismo y retribuirla como se merece. Pero a veces no sabés si se te acercan por conveniencia, es muy feo pensarlo, pero pasa.
R.I.: - Totalmente. No sabés si se acercan porque sos linda o porque hay un plus. Salir y conocer chicos cuesta un poco más. Tal vez termina por pasar que te encerrás en tu círculo y te da temor abrirte.



- ¿Pero con los años pudieron superar eso?
L.E.: - No, te diría que cada vez se pone más difícil. Es que de chico no sos consciente, porque si te gusta alguien vas, sin vueltas, y no pensás tanto. Te vas poniendo más serio. Pensás en estar de novio y, con el tiempo, formar una familia.
NICO RIERA: - Bueno, a mí me pasa todo lo opuesto (risas de sus compañeros). Yo voy con lo que siento y vivo lo que surja en el momento. Me equivoque o no, pero si sentí estar con determinada persona me gusta pasarlo increíble. Quizá sea mucho más inconsciente con las mujeres. Si me gusta una chica la invito a salir sin que me importe nada. Pero no lo digo porque me guste estar con muchas personas a la vez, sino porque no le doy tanta vuelta al asunto. Me encanta salir con alguien, divertirme y listo, disfrutarlo sin tanto análisis de lo que digo o no, de lo que va a pasar mañana. Vamos a comer algo rico y ¡listo!
R.I.: - Es que para las chicas es mucho más difícil. Me cuesta desprenderme de los prejuicios.
L.E.: - Yo soy muy reservada. Soy reintima para elegir a alguien. Lo pienso mucho.
G.D.: - Se trata de crecer y descubrirse. Saber lo que uno quiere y estar tranquilo tanto cuando vivís de manera impulsiva, como cuando pensás más las cosas. La vida es un aprendizaje.
P.L.: - Yo, la verdad, no siento que tengo que buscar a alguien. Si llega y me copa, genial.

- ¿Les gusta la emoción de las primeras citas?
N.R.: - Los primeros momentos con el otro son los más divertidos. Como cuando hay misterio y estás esperando desesperado que te llame para salir. Esas cosquillas en la panza son geniales. Después, al año o dos, la cosa cambia…
G.D.: - Pero Nico, ¡dos años todavía es poco! (risas)
N.R.: - Bueno, pero es distinto. Cada etapa de noviazgo tiene algo lindo.
L.E.: - Como cuando te conocés tanto con el otro que lo mirás y ya te entendés, eso es divino…
G.D.: - Igual, creo que los tiempos cambiaron mucho y las parejas se separan mucho más.., quizás antes se luchaba más o se intentaba recomponer el vínculo, hoy ya no pasa eso con los matrimonios. La sociedad cambió.
N.R.: - Es que hoy vivimos con más libertad. Antes había que casarse y tener hijos y seguir con la misma persona toda la vida, sin cuestionamientos.



- ¿Han sufrido por amor?
G.D.: - Me pasaba siendo más chico. Ahora que crecí empiezo a pasarla mejor. Creo que la experiencia te nutre para evitar sufrir.
L.E.: - Mi madre siempre me dice la misma frase: “Todo pasa”. Para mí son palabras muy sabias. Es así en el amor. En el momento del adiós vos sufrís y pensás que nunca más te vas a volver a enamorar, pero pasa y queda atrás. El dolor se va a ir.
N.R.: - Sí, pero cuando te suceda lo mismo, el dolor va a volver. O sea que siempre terminás sufriendo cuando te enamorás…
L.E.: - Pero en todo caso ya no sos el mismo. Vas a sufrir por otras cosas, no por lo que te dolió antes.
N.R.: - Cuando hay sentimientos y algo se termina, la pasás mal, siempre.
R.I.: - Pero la vida es así. Sufrís, pero aprendés a valorarte. A mí me pasa que esta profesión hace que tenga los sentimientos a flor de piel. Laburás mucho con las emociones. Entonces, eso te predispone y te hace surgir sentimientos extremos. O sea, al ser artistas sufrimos más el amor.



- ¿Sienten que han madurado mucho a la par del trabajo?
L.E.: - Encontrar tu vocación es una bendición y más cuando sos tan chico. Hay gente que nace y muere sin saber lo que quería ser. Perseguir un objetivo siempre te hace madurar. En mi caso, trabajar y ayudar a mi familia me volvió mucho más responsable. Todo eso te cambia. Me siento muy madura para mi edad.
P.L.: - Maduramos y entendemos cosas que otros chicos de nuestra edad, no. Podemos hablar y opinar con gente más grande. Madurar de golpe y sin pensarlo.
N.R.: - No, a mí no me pasó lo mismo.
L.E.: - Bueno, queda claro que Nico es el “contra” de la banda, ¿no? (risas de los cinco TeenAngels)
N.R.: - Lo que digo es que no me pasó tan de golpe como a ellos cuatro. Siempre supe lo que quería y a los 15 empecé a actuar, pero no le encontraba la vuelta y llegué a ganar sólo 300 pesos por año.
G.D.: - No, es que además sufrís porque estás esperando que el teléfono suene…
N.R.: - Y vas a hacer castings y no pasa nada. Terminé el colegio y estudié Administración de Empresas. O sea, que no me fue fácil. Eso sí: siempre insistí y en un punto la vida me demostró que se puede conseguir lo que deseás. Ese fue mi aprendizaje.



- Crecer no sólo conlleva madurez, sino el despertar sexual. ¿Sienten que ahora seducen con más osadía?
G.D.: - Sí, digamos que ahora conocemos más nuestras herramientas.., y eso nos da un alcance y la seguridad de lo que pueda llegar a funcionar a la hora de seducir sobre el escenario. Como artistas experimentamos con la gente lo que nos pasa a nosotros mismos.
L.E.: - Los fans crecieron a la par nuestra, es cierto. Pero es loco lo que sucede cuando actuamos. Vos sabés que estás haciendo algo que tiene efecto en el público. Yo hago un paso de baile sexy porque me salió hacerlo, no porque lo piense mucho. La seducción con el público es como un juego permanente. No me di cuenta, pero un poco sí. Nos pusimos cancheros para seducir.
R.I.: - Lo que buscamos con la banda es mostrarnos más sensuales y adultos. Y eso es un desafío porque hay que mostrarse y hacerlo con seguridad. Hoy nos divertimos más con nuestra sensualidad.





















Gracias a adrisss_m del foro liphopelove. por la nota

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